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lunes, 15 de agosto de 2011

¿Qué pretendo?

Éso...¿qué pretendo? ¿¡Que me sean fiel!? ¿¡Que me quieran para toda la vida!? ¿¡Que todo el mundo se preocupe por mi!? ¿¡Que gente sin cerebro sea copada, buena onda, y hasta a veces un poco inteligente!? Definitivamente pido mucho, y mis ideales no se aplican a la gente de hoy en día, o en sí a la gente. Hoy fui a lo de mi mejor-amiga, y como acá las distancias son enormes, me tuve que tomar un colectivo, no me sentía bien, pero le puse onda, me puse los auriculares y me subí...miré por la ventanilla y pensé, o mejor dicho, me dejé llevar, llegó mi parada y me bajé, caminé por las calles enormes, llenas de gente y de negocios y por dentro pensé: "Esta vida no me pertenece, este lugar no es mi lugar.." Llegué y la pasé de maravilla -como siempre- con ella. Cuando me tuve que volver a casa hice lo mismo; en un momento empezó a sonar "Me pasan cosas" de Chiquititas 2006. En una parte decía "Me siento grande y muy chiquita" Y es así, cuando me bajé del colectivo y caminé hacia casa, pensé...¡wow! como me identifica. Me siento grande porque ya estoy bastante independiente, porque soy grande al tener pensamientos tan claros acerca de mi misma y de mi alrededor, por mis autocriticas y mis ganas de mejorar, y por estar abriendo los ojos a un montón de cosas, por haber conocido gente maravillosa, por saber a quien quiero a mi lado y a quien no, y además me siento grande porque en su amor crecí, y porque en su amor vive mi ilusión. Pero a la vez me siento chiquita, muy chiquita, chiquita porque aún siento que sólo al lado de mi mamá estoy protegida, chiquita porque me considero solo parte de un número en la Ciudad, en mi colegio. Me siento chiquita por no verme realizada en un montón de cosas, me siento chiquita porque todo lo que siento y pienso no se realiza, me siento chiquita por tener que acatar órdenes de gente que no son mis viejos, y sus enseñanzas no me sirven de un reverendo carajo, y me siento chiquita más que nada por verme tan frágil y tan "confiada y ilusionada" con todos. Por ser sensible a los cambios de las personas, por esperar tanto de ellas, y por no entender que a veces la gente es mala, caradura, falsa, y muchas cosas más.
Tal vez, es como dice mi mamá; y estoy en la etapa de "abrir los ojos; de despertar; de adolescer; y de desiluciones". Y seguramente es así, estoy abriendo los ojos a que no todo sale como lo quiero y lo espero, y que no toda la gente es buena persona. Estoy despertando del cuento dónde soñaba, estoy adolesciendo de la niñita que todo lo creía, y me estoy desilucionando de las personas que creía mi amiga. Supongo que todo es parte de un crecimiento, y es que si crecer duele tanto, no quiero hacerlo. Y es que si crecer es darte cuenta de todo esto, tampoco quiero crecer. Y si es que crecer es entender que la vida pega fuerte y muchas veces estás solo, o poco acompañada para levantarte, tampoco quiero crecer. Pero debo hacerlo, y es que a veces me siento muy grande y no puedo ser falsa y prenderme en conversaciones de gente que sólo habla de romances de gente famosa, de sus cojidas, de su ropa, y de la salida del viernes, tal vez ellos están bien y yo mal, o tal vez ninguno está mal y sólo las cosas se asimilan en distintos momentos, o tal vez jamás se asimilan, pero yo lo estoy asimilando, y me va a doler, pero sé que es necesario, y sé que sólo tengo a mi lado a mi familia y a los contados amigos que tengo. Y es por eso, que me voy a tatuar un signo de fidelidad con mi mamá, ella es la única persona que jamás me va a defraudar, la que con sólo una mirada entiende mis enojos, mis decepciones, mis dudas, mis duelos, mis dolores, mis alegrías, mis amores, mis amistades, en síntesis el TODO. Es la única que siento que me protege, es la única a la cuál le confío todo, que sé que está conmigo, que me apoya. Y que nunca me va a dejar, nunca, jamás. Y yo tampoco a ella, y los tatuajes no me gustan pero sé que tiene una buena y hermosa razón, y si algo llevaría conmigo hasta mi tumba sería a mi mamá y a nadie más. Ella, conmigo, siempre.