Graaaaaaaacias!

contador de visitas

martes, 17 de enero de 2012

Era una tarde como cualquier otra, no esperaba a nadie, o tal vez sí... aquí no se avisa cuando vienen a visitarte. De repente tocaron el timbre, no abrí, abrió alguien más, por la puerta pasaron tres personas, la primera: un amigo, la segunda: otro amigo, y la tercera: vos. Increíble verte después de tanto tiempo, cinco meses, tal vez seis, tu rostro seguía igual, ¿qué te trajo de vuelta hacia mi?. Me miraste asombrado y me dijiste: ¡hola!. Hola te respondí, no podía parar de mirarte y preguntarme qué hacías aquí...
Entablé algunas charlas con mis amigos, tus amigos también, vos sólo escuchabas, no decías palabra alguna, no podría explicar qué pasó por mi mente que me alejé de allí, y fui a buscar un vestido que me había comprado hace poco, el más lindo que tengo, fui al baño, me lo pusé y me solté el pelo... volví allí, te tomé del brazo y te dije: "vení conmigo", me miraste con mirada interrogativa, "confía en mi" te dije, accediste con la cabeza. Te llevé afuera, empecé a caminar y me preguntaste ¿a dónde vamos? no respondí, segui caminando, "llegamos" te dije, una plaza, no me acuerdo ahora cuál, miré el cielo estaba amenazante y pensé que lindo sería si lloviera. Agarré mi celular puse la cancion "I don´t wanna miss a thing" (No quiero extrañar algo) de Aerosmith, te pedí que lo colocarás en tu bolsillo, te tomé del cuello y vos de la cintura... que lindas se sentian tus manos en mi cintura, apoyé mi cabeza en tu hombro, bailamos, lento, así se dice? No sé, sólo quería que ese momento no se acabara nunca, no entendí ni entiendo que magia producías y producis en mi, que me acerqué a tu oido y te dije "dos cosas, la primera: nunca te olvidé,  la segunda: te amo, así", no me respondiste, ni siquiera esbozaste una sonrisa, no me importo, quería seguir bailando con vos, quería seguir sintiéndote, me tomaste más fuerte y me apretaste contra vos... ¡se largó a llover! nada podía ser más perfecto, o tal vez sí, que me beses, pero no quería pedir demasiado, el momento era único, me dejaba llevar por la música y por tenerte, sentirte, la lluvia cada vez era más intensa al igual que los latidos de mi corazón, pero nada importaba si estaba en tus brazos, en ellos me sentía protegida, pronto cumpliría los 18 años, pero con vos me enrojecia y me avergonzaba como una nena de 12. Dicen que lo lindo durá poco, y así fue, se terminó la canción y por lo tanto nuestro baile, me soltasté, otra vez esa cruda y cruel realidad, miraste para todos lados, ¿acaso te avergonzaba?, me miraste pensativo, volviste a mirar para todos lados, ¿qué te incomodaba? ¿qué pensabas? me miraste por tercera vez, y dijiste "yo también"; ¿yo también qué? pensé. Ah claro, yo también lo que te dije, ¡que lindo! te miré, supongo que con cara de amor, no lo sé, iba a emprender la vuelta, cuando me agarraste del brazo me diste vuelta bruscamente y me besaste. ¡Increíble! No podía haber momento más único, me dejé llevar, lo había esperado tanto y estaba ocurriendo ¡justo ahora! Duró, lo demasiado como para terminar de empaparme, empezamos a caminar... y te pregunté ¿qué pensabas, qué mirabas? Miraba para otro lado para no mirarte y poder pensar una respuesta apropiada a lo que me dijiste...me dijo. Su respuesta fue dulce, y con su tono calmo y espaciado para hablar, lo miraba, y lo miraba, ¿realmente lo amaba? ¿o solo estaba embelezada? No lo sé, pero sea como sea lo besé una vez más, me dejé llevar, confíe en él y me animé a vivir el momento, si total... era mi vida, y él me hacia feliz.