"En la secundaria muchos chicos se enamoraron de mi, pero ninguno me gustaba. Desde luego me sentía halagada y me divertía, pero nada más. Después, como ya te conte, Harry se enamoró en serio de mí, pero yo no volví a enamorarme.
Dicen que el tiempo todo lo cura y, aunque sentía celos de sus otras amigas, creía haber dejado de quererlo.
Esta mañana comprendí que nada cambió. Que no sólo lo quiero todavía, sino que ese amor ha madurado conmigo. Porque ahora comprendo que me consideraba demasiado niña para él, y también, desde que en el sueño se me apareció su rostro, que nadie penetrará tan hondamente en mi corazón.
Este sueño se ha trastornado totalmente. Cuando mi padre me besó esta mañana pensé: "¿Por qué no serás Peter?"
¡Mi querido Peter! Pasó el día pensando en él, repitiendo su nombre.
¿Quién podrá ayudarme? Solo me queda con seguir mi vida aquí, con la esperanza de que, si alguna vez llegamos a salir, Dios permita que nos encontremos nuevamente, para que pueda leer en mis ojos lo que siento, y pueda decirme: "Si yo lo hubiera sabido, hace mucho tiempo habría venido hacia ti".
El espejo me devuelve una imagen que ya no es la de la niña que fui. Mis ojos son más claros y profundos, mis mejillas están rosadas, mi boca se ve más dulce. Semeja la imagen de una muchacha feliz, pero hay una sombra de melancolía que me borra la sonrisa que le daba al espejo.
No puedo ser dichosa. Tal vez no estoy en su memoria, tal vez soy un recuerdo que pasa, como pasan los recuerdos sin importancia. Pero quedaron conmigo la profundidad de sus ojos castaños y el roce de su mejilla en la mía...
¡Nadie podría ocupar tu lugar! ¿Quién podría apartar de mi tu imagen? Te amo con un amor que llena todo mi corazón, con un amor tan grande que necesita estallar para revelarse en toda su intensidad."
07/01/1944
