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lunes, 29 de julio de 2013

¿Cómo te despedís de quien no queres dejar ir? ¿Cómo dejas ir a la persona con la cual deseabas compartir todos tus momentos? ¿que haces cuando solo sentís que correspondes a una persona? Supongo que estas preguntas se habrán hecho todas las personas en algún momento de su vida, para la gente "grande" es algo común, algo que el famoso "tiempo" cura... Sí, puede ser. Pero... ¿mientras tanto? qué pasa en ese tiempo en dónde te sentís vacío, en el cuál necesitas, sí, necesitas... cosas que (como dicen todos) te las puede dar cualquiera, pero no queres ni necesitas que te las de cualquiera, las necesitas de ESA persona, nadie es capaz de llenarte de esa manera. Y ¿por qué? Acaso ¿es común que la misma persona que nos de felicidad, que nos llene por completo, que nos haga sentir que nada malo y a su vez nada mejor puede pasar... sea la misma persona causante de todos nuestros males, de todos esos malhumores, vacíos y dolores anclados en el pecho? Esa persona que fue la correcta en un momento y hoy es esa completa desconocida... esa persona que sabía sacarnos una sonrisa, estar siempre, y decirnos hasta "nunca te voy a faltar" y hoy es la misma que nos causa dolor, que tal vez ni siquiera nos saluda, que pudo hasta "rehacer" su vida, siendo ahora nosotros la persona equivocada. ¿Cómo puede ser? Como los caminos que alguna vez estuvieron tan unidos y felices, ahora están tan separados, con prioridades tan distintas... o a veces, tan iguales, a veces somos mismas personas caminando distintos caminos, necesitándonos, todo el tiempo... pero siempre está el maldito orgullo o los malditos errores que nos hacen lastimar a la persona menos indicada, o estar totalmente cegados a ver la realidad, a ver la persona que está ahí... muriendo por nosotros, o nosotros muriendo por ellos, a no poder parar... y observar.. mirar a los costados y ver todo lo que nos falta y todas las personas que nos lo pueden dar; a no poder bajar de nuestros problemas, de nuestras cosas, de nuestros mambos y poder buscar a esa persona que necesitamos y decirle: perdón, te necesito, te extraño. ¿Será el miedo al rechazo, a ser lastimado, a que todo vuelva a ser como antes, será nuestro propio orgullo que nos nos permite hacerlo? Sea lo que sea que nos mantenga alejados de lo que más queremos es una mierda...  sólo espero que en algún momento esos caminos se vuelvan a juntar, a encontrar, a cruzar... para darnos todo lo que nos falta, y como alguna vez escuché "a veces somos las personas correctas en momentos equivocados" espero que así sea.